TERMAS, VILLAS Y VINO

Wiesbaden es la combinación perfecta de tradición y estilo de vida moderno. En el siglo XIX, la ciudad se planificó como un lugar de bienestar, lujo y belleza, ¡y eso es exactamente lo que resultó ser!

Paseando por la ciudad sabrá enseguida por qué a Wiesbaden se la llama a veces la «Perla del Historicismo». En muchos lugares, la ciudad pudo conservar su encanto de ciudad balneario del siglo XIX. El «Kurhaus Wiesbaden», por ejemplo, combina varios tipos de arquitectura: desde el neoclásico hasta el Art Nouveau.

En la actualidad, el Parlamento del Estado de Hesse tiene su sede en el «Stadtschloss» (Palacio de la Ciudad), antiguo palacio del duque Guillermo de Nassau.

Si oyes las palabras «Faites votre jeu» (Haz tu jugada) o «Sube el telón», debes estar en una de las salas nobles del Casino -uno de los casinos más antiguos de Alemania- o en el «Hessisches Staatstheater» (Teatro Estatal de Hesse). Esta última es una de las etapas más exitosas de todos los países de habla alemana. El pomposo vestíbulo rococó se añadió en 1902 y es de especial interés.

Más allá, se pueden admirar barrios de villas bien conservados y mansiones nobiliarias que discurren a lo largo de hermosas avenidas. Un gran número de parques y jardines atraviesan la ciudad y, al igual que los numerosos restaurantes, salones y bares, invitan a disfrutar de un agradable descanso.

En el pasado, Wiesbaden era famosa por sus 26 fuentes termales.

Ya hace 2000 años los romanos conocían el efecto beneficioso del agua termal y se recuperaban en los manantiales de sus campañas. Disfrute de las termas en un ambiente Art Nouveau en los «Kaiser-Friedrich-Therme» (Baños del Emperador Friedrich).

Dentro de la ciudad, el «Neroberg», la montaña local de Wiesbaden, es uno de los lugares más populares. Pruébelo: ¡el viaje con el teleférico instalado en 1888 es una experiencia única!