No hay mejor momento para salir a la carretera. 5.000 años de historia le esperan en Aquisgrán. La crónica comienza en el Neolítico, cuando se extraía sílex en la zona. Con sus baños termales, los romanos establecieron la tradición de Aquisgrán como balneario y centro de salud: uno de los manantiales más calientes al norte de los Alpes brota aquí a una temperatura de 73° Celsius (163,4 F).

Siga la «Ruta de Carlomagno» y descubrirá los principales lugares de interés. El punto de partida es el «Centro Carlomagno», el nuevo museo de la ciudad de Aquisgrán que da vida a la historia de la ciudad con su apasionante concepto expositivo. El punto culminante de su ruta es, sin duda, la Catedral de Aquisgrán. En 1978 fue el primer monumento alemán declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Junto con el palaciego ayuntamiento, forma el corazón del pintoresco casco antiguo.

La sensacional arquitectura octogonal de la catedral, terminada en el reinado de Carlomagno en 803, deja sin aliento a todos los visitantes. Se complementa con inconmensurables tesoros artísticos que incluyen el «Karlsthron», que sirvió de trono de coronación a no menos de 30 reyes romano-alemanes hasta 1531.