MAJESTUOSA PUERTA DEL RIN

Donde el Rin y el Mosela se unen, se encuentra una ciudad que rinde homenaje a ambos famosos ríos: Coblenza, la puerta de entrada al «Oberes Mittelrheintal» (Valle del Alto Rin Medio), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En más de 2000 años de historia, Coblenza vio ir y venir a muchos ejércitos, pero la ciudad se quedó con la mejor de todas las conquistas.

Hoy en día todavía se puede visitar el «Kurfürstliches Schloss» (Palacio del Elector), así como el romántico Schloss Stolzenfels (Castillo de Stolzenfels) y el Teatro neoclásico.

Los prusianos dejaron tras de sí la singular «Festung Ehrenbreitstein» (Fortaleza Ehrenbreitstein) que convirtió a la ciudad en el mayor bastión del viejo continente.
La enorme construcción en lo alto de Coblenza está bien cuidada. La fortaleza fascina a historiadores militares de todo el mundo y es un lugar que no debe perderse. Desde arriba se disfruta de una impresionante vista panorámica sobre Coblenza y su casco antiguo barroco, sobre el Rin, el Mosela y el monumento del emperador Guillermo I en la «Deutsches Eck» (Esquina Alemana).

Además, la fortaleza alberga el «Landesmuseum Koblenz» (Museo Estatal de Coblenza). El antiguo pequeño asentamiento en la intersección de antiguas carreteras militares y grandes arroyos europeos surgió como una ciudad moderna y vibrante. En 2011, Coblenza acogió la «Bundesgartenschau» (Exposición Federal de Jardinería) fiel al lema «Coblenza cambia». Se había creado un nuevo contraste entre los históricos jardines prusianos y los terrenos contemporáneos.

Coblenza es una ciudad adorable en la que sin duda merece la pena vivir. Mezcla bien su patrimonio histórico con el presente moderno. La característica mezcla de la alegría de Renania, el estilo de vida francés y la virtud prusiana confiere a la ciudad un toque distintivo que inspira a los visitantes una y otra vez.