LA BÚSQUEDA DE LA RIQUEZA Y EL HONOR EN EL RENACIMIENTO

Augsburgo es como el redoble de un tambor: segura de sí misma, poderosa y reverberante al mismo tiempo. La ciudad fue fundada hace más de 2000 años por los romanos y se presenta estos días con su gran pasado y sus sobrecogedores monumentos.

Uno de los aspectos más singulares de Augsburgo es la historia de los Fugger, una acaudalada familia de comerciantes y banqueros. Los Fugger construyeron un enorme imperio comercial en Augsburgo y fundaron la famosa Fuggerei, el complejo de viviendas sociales más antiguo del mundo.

Además, Augsburgo es la cuna del Renacimiento alemán y del estilo rococó. Descubra el Rathaus (Ayuntamiento), la Perlachturm (Torre Perlach), el Schaezlerpalais (Palacio Schaezler) y las tres Prachtbrunnen (Fuentes Pracht) que dan a la ciudad su aire italiano.

La impresionante arquitectura industrial del siglo XIX ofrece un bonito contraste con las épocas del Renacimiento y el Rococó. Augsburgo fue un centro de industrialización y posee importantes monumentos del patrimonio industrial europeo.

Lo más destacado es un palacio de cristal de cinco plantas, la famosa Kammgarnspinnerei (Hilandería de estambre), que alberga tres museos de arte contemporáneo. A pocos pasos de aquí: el recientemente inaugurado Staatliches Textil-und Industriemuseum «tim» (Museo Estatal del Textil y la Industria Textil).

Siga las huellas de célebres personalidades: El Deutsches Mozartfestival (Festival Alemán de Mozart) recuerda a Wolfgang Amadeus Mozart y a su padre Leopold, nacido en Augsburgo. Fue en esta ciudad donde Bert Brecht escribió sus primeras obras y donde el ingeniero Rudolf Diesel construyó el primer motor diésel.